sábado, 23 de noviembre de 2013

NIÑA MARÍA. HORTALEZA.

Do la la la do’ la sol fa fa sol sol fa sol la… Esta es la melodía que suena en el colegio estos días, unida a la de la alegría que se respira por todos sitios.

Se nota que ha llegado la Niña María, ¿verdad?... Yo entré en el colegio de Hortaleza a los 3 años. Y esta fue mi primera Niña María, donde dio la “casualidad” de que mi mejor amiga fue elegida para representar a la Virgen Niña en la Eucaristía de los mayores. Supongo que desde este momento, María me dijo: “Yo quiero ser tu mejor Amiga” y por eso espero cada año, con ilusión, el día en que llega esta fiesta.

El año pasado, llegó el momento que todos habíamos estado esperando: 1º de bachiller. Significaba preparar el pregón de la Niña María, con todo lo que eso suponía: tiempo, esfuerzo, nervios, algunas discusiones… Pero ilusión, alegría y muchas ganas de que todo saliese perfecto. Tocaba también preparar actividades con los más pequeños, el pasaje del terror… y llevar a la Virgen hasta el altar. Ese año fue el primero que llevamos y trajimos a la Virgen Niña en procesión desde el colegio hasta la parroquia de Jesús de Nazaret… Esto fue importante para mí: volver a ponerme el uniforme que tantos años me ha acompañado y poder ser ahora yo quien ayudase a mi mejor Amiga a llegar hasta el altar… Y a volver al colegio desde la iglesia… Es algo que aún me deja sin palabras.

Este año es mi última Niña María como alumna concepcionista, pero no será la última, porque cada 21 de noviembre, recordaré con cariño que fui educada en una casa de María Inmaculada y podré decir con el corazón:

¡Viva la Niña María!

Isabel Martínez Hernando.
Alumna de Madrid Hortaleza.

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