viernes, 21 de noviembre de 2014

A TÍ MI VIRGEN NIÑA.

Bueno para terminar el día vamos con la entrada del gran día.
Este año dirijida a Ella, en forma de carta expongo a la Virgen Niña los sentimientos de toda la familia Concepcionista.

Querida Niña María:

¿Sabes una cosa? Algo tienes, tienes un imán, algo que a todos nos atrae y nos congrega a tu alrededor. Algo mágico e inexplicable que hace que tengas a miles de personas a tus pies, con ojos llorosos clavados en tí, con problemas y dificultades que dejan en tus inocentes manos de niña, con vida que emana de su corazón, la misma vida que tú les das cuando paras frente a ellos cada 21 de noviembre.
Madre, mi alma se encoje al verte entrar a hombros de los mayores, mi corazón palpita con muchisima más fuerza de lo normal, mi cabeza se olvida de todo y mis ojos se clavan en los tuyos de niña y de Madre.
Permíteme pararme ante tí y mirarte directamente mientras te pido la fuerza necesaria que necesito para caminar, para caminar de tu mano por el mundo sin nunca soltarme, permíteme tambien que te diga que eres lo más grande que tengo, que ocupas el lugar más especial dentro de mi corazón azul y blanco y que nunca voy a olvidarme de tí María, mi Niña María.
Quiero que me lleves de tu mano, quiero que camines conmigo, confío en Tí, absolutamente todos confiamos en Tí pues nos vemos reflejados en tu inocencia y en tu juventud. Queremos tenerte siempre muy cerca de nosotros, queremos portarte siempre a hombros y queremos que nuestra Niña María se quede con nosotros por siempre y jamás.
Virgen Niña, sientete afortunada, tienes a miles de personas en tus manos, tienes a miles de personas gritando cada 21  de noviembre:

¡¡¡VIVA LA NIÑA MARÍA!!!

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