lunes, 24 de noviembre de 2014

UNA NIÑA MARÍA MUY ESPECIAL.

Para recordar el buen sabor que nos dejo la pasada Niña María, hoy contamos con un precioso testimonio de una alumna de 2° de Bachillerato de Burgos.

• Un pensamiento resuena estos días en mi cabeza: “Mi última Niña María” Una fiesta tan esperada cada año, donde disfrutas de cada día de triduo, el corazón se te esponja, y van quedando grabadas en él pequeñas frases…Tú luz, mi luz, nuestra luz…Cada ratito en que das lo mejor de ti para que sí, este año sea la mejor Niña María y así, detalle a detalle va tomando forma. El jueves el olor a chocolate caliente invade las clases. A los niños más pequeños les brillan los ojos de felicidad mientras lucen por los pasillos sus mejores disfraces, los más mayores decoran el colegio y los pregones preparados con gran cariño e ilusión por los alumnos de cuarto anuncian el comienzo de todo lo que se va a vivir al día siguiente. Viernes por la mañana, todo el colegio llega a Dominicos. No te queda otra opción que recorrer con la mirada la pequeña Iglesia que ha estado presente en tantas celebraciones concepcionistas durante toda tu infancia e ir recordando momentos que han pasado a formar parte de ti…  Hoy nosotros somos los que vemos a los niños recorriendo el pasillo, como una vez fuimos nosotros los que vestimos de hebreos. Se te escapa alguna sonrisa al recordar los nervios del año en que tocaste la canción de A ti mi Virgen Niña, ese miedo a equivocarte… Pero nada es comparable con la alegría que sientes al ver a cuatro de tus amigos, que te han acompañado todo este camino por el colegio, llevando a la Niña María. Cuando acaba la eucaristía el tiempo empieza a pasar más deprisa. Los niños son felices viendo todo lo que los mayores han preparado y los mayores disfrutan junto a la compañía de los más pequeños. El día termina rápido, pero nos deja a todos un buen sabor de boca, y animados para continuar los exámenes y clases. En el fondo me digo a mi misma que no, que no es la última vez, que aunque lo viva de otra manera, todos los años tendrán un 21 de noviembre donde podré decirle a mi querida Niña María, “dame tu mirada y tú corazón, para amar como tú a Dios”.

Judith Velasco.
Alumna de Burgos.

Damos las gracias a Judith por regalarnos este precioso testimonio, esperamos que os haya gustado.

Aprovechamos esta entrada para decir que tendremos más publicaciones el dia 6 y 8 de diciembre. ¡No os las perdáis!

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