Hoy contamos con un precioso testimonio de tres alumnos de Madrid-Hortaleza de 4° de ESO. Esperamos que os guste:
• Sinceramente, cuando nos pidieron escribir una entrada el blog, aceptamos sin pensarlo, no porque tuviéramos clarísimo lo que significaba la Niña María para nosotros, si no porque en un principio no nos pareció algo muy complicado. Nada más lejos de la realidad, nos habíamos comprometido en escribir con palabras lo que siente el alma, tarea más que complicada.
Fue ahí donde se complico todo.
Nunca nos habíamos parado a pensar que sentíamos cuando se acercaba la Niña María, doce años celebrándola con el corazón, sin que interviniera el cerebro y ahora tenía que intervenir.
No fue fácil, echamos más veces tipex que en un examen de matemáticas, pusimos más empeño que en conseguir un diez, queríamos expresar lo que era, es y será la fiesta más emotiva de nuestra etapa escolar. Tras semanas de planificación he aquí el resultado.
"La Niña María" obviamente, y nos daréis la razón, cuando eres pequeño significa perder clase, días de fiesta...
Ves a los niños mayores, que por una hora se convierten en actores, cantantes y bailarines para sacarte una sonrisa...
A medida que creces, te preguntabas por qué en dos días el colegio se transformaba. Y ahora, echando la vista atrás, caes en la cuenta de porque preparaban con toda su ilusión el pregón para hacer reir a los pequeños, porque los profesores sonreían por el pasillo, porque una niña pequeñita se disfrazaba de niña María... Simplemente, caes en la cuenta... es lo que tiene madurar, muy a nuestro pesar, se empieza a razonar y a no dejarse llevar, pero la Niña María cambia esto, nos concede unos días para disfrutar como "niños".
Todo un año, estamos esperando al 21 de Noviembre, esperando ver si cae en lunes, martes, jueves o viernes, para planificar que clases te perderás. Buscando ideas para la ofrenda. Para ver como los alumnos mayores se ponen de nuevo el uniforme y llevan sobre sus hombros a la Virgen, que durante el resto del año, permanece inmóvil en un pasillo viéndonos pasar día tras día, clase tras clase...
Y aún así nos resulta difícil decir que es la Niña María para nosotros. Después de examinarnos por dentro, nos reformulamos la pregunta, ya no decimos qué es, sino cómo la describiríamos...
Dicho así, para entendernos, la Niña María, es ese escalofrío que sientes cuando la ves entrar en la iglesia al ritmo de flautas, violines y demás instrumentos, acompañados de las voces de todos los alumnos, de los cuales hasta el más rebelde, se ve llevado por la melodía, que suena bonita y dulce, acompañandose de la letra que nos enseñaron cuando no éramos conscientes de lo que aprendíamos. ¡Si! ¡exacto! eso es nuestra Niña Maria, ese nudo en la garganta a la hora de responder a la pregunta, esa confusión... Cada año se vuelve más significativa, más importante, cada año más ofrendas y anécdotas inolvidables...
No puedes expresarlo, sólo puedes sentirlo, no puedes enseñarlo, sólo transmitirlo...
Es AMOR, TERNURA y eterno AGRADECIMIENTO.
Aurora, Irene y Álvaro.
Alumnos de Madrid-Hortaleza.
Esperamos que os haya gustado este testimonio que sin duda, merece la pena leer.
Tenemos preparadas muchas más cosas para esta semana, no os las perdáis y...
¡VIVA LA NIÑA MARÍA!
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